Entrevista a Leandra Rodríguez, directora y diseñadora de luces, docente y directora teatral

Entrevista a Leandra Rodríguez, directora y diseñadora de luces, docente y directora teatral

Entrevista a Leandra Rodríguez, directora y diseñadora de luces, docente y directora teatral

Hablar de Leandra Rodriguez es hablar de teatro, para ella la luz es lenguaje. Nos ha dedicado unos minutos para contarnos cómo fueron sus inicios, su increíble trayectoria como diseñadora de iluminación y sus consejos.


Hola Leandra, te interesaste por el mundo teatral desde que eras apenas una adolescente, ¿cómo se produjo este acercamiento?

Estaba todavía en edad escolar cuando, habiendo decidido que me dedicaría a la Farmacología, nuestra maestra de Literatura nos llevo al teatro. Francisca Dicarlo. Algo muy inesperado me ocurrió apenas comenzó el espectáculo, era un texto de Federico García Lorca, un llanto muy interno y dulce me tomó por sorpresa y lo más relevante fue que no tenía deseo de contenerlo, sino lo contrario, necesidad de dejarlo ser, hacerlo expresión mía y propia. Mis compañeros, creo, entendieron antes que yo que algo importante me pasaba. Llegué a casa, mis padres cenaban y yo seguía llorando, voy a ser directora de teatro les dije sin tener verdadera noción.

Y así comenzó todo. Esperé terminar la escuela, faltaban 2 años y me inscribí para ingresar al Conservatorio de Arte Dramático para prepararme primero como actriz, yo pensaba que era lo mejor, aprender primero cómo se es actriz, cómo se es intérprete, para luego formarme en dirección. Me fue mal. Era totalmente inexperta, no llegaba al nivel de la mayoría, nunca había hecho nada que me orientara, estaba muy desprovista, y no aprobé el examen de ingreso luego de un mes de ejercitaciones. Me sentenciaron en la evaluación: el teatro no es para vos.

Nunca me olvidé de ese día, de ese texto y de esa persona que me lo dijo, hoy es colega. Tuve la gran suerte de que mis compañeros rechazados como yo, sabían a dónde ir, tenían más experiencia y conocimiento del medio. Fue así que conocí la escuela donde me formé por completo, La Barraca, la dirigía Rubens Correa.

 

Entonces la iluminación no fue tu primera opción sino más bien la dirección teatral, ¿cómo empezaste a interesarte por la luz?

La luz fue un fortuito accidente, que vino de la mano de un gran amigo que me ayudó a aprender el oficio técnico para mi subsistencia. Entendía yo que trabajar bien cerca de un escenario colaboraría con mi formación y aprendizaje y, cuando me enteré de que él iba a dejar su puesto como técnico, le pedí que me entrenara. 

Hoy me doy cuenta que a los 16 años, y sin conocimiento del área, no detecté todos los oficios que rodeaban a la dirección y que luego fui descubriendo. Este mismo amigo, Gonzalo Córdova, me dice a los pocos meses de estar yo trabajando como técnica de iluminación, que él no podía asumir un compromiso, que me encargue. Le digo que no, que apenas soy técnica de nivel inicial, y me dice "no, vos sos diseñadora". Quedo perpleja, la cita ya estaba pautada, tengo que ir, me regala filtros, y allá voy, al encuentro.

Veo un trabajo (un ensayo) hermoso, delicado, potente: La mujer de los huesos de pájaro, de Mabel Dai Chee Chang, me rompe la cabeza que me estalla en luz, en color y en formas. Lo veo, lo tengo todo ahí. Se concreta y empieza mi actividad como diseñadora.

 

¿Te formaste en este área?

Tuve apenas una aproximación técnica durante la carrera de Puesta en Escena, mucho aprendizaje durante mi desempeño como técnica de sala y mucha acción autodidacta, ésto si pensamos específicamente; pero descubro que aplico otro tipo de conocimientos que sí son producto de mi formación y de la escuela o las escuelas que pude otorgarme. La docencia es una gran escuela por ejemplo.

 

¿Qué representa para ti la iluminación en una escena teatral?

La iluminación hace lo que ningún otro lenguaje podría, que es hacer visible la escena. Luego tiene también otras oportunidades que según el estilo del producido ejecuta o no. Nos hace viajar a otros espacios a veces geográficos, otras sensoriales, nos dice cosas que sin palabras pueden ser comprendidas perfectamente entonces se convierte en aliada. 

 

¿Qué dirías que es lo más positivo y negativo de tu trabajo?

Lo más positivo es que ES un trabajo y lo negativo.... no lo encuentro...

 

Gracias a tu trabajo has podido recorrer el mundo y acumulas muchas experiencias en tu maleta, ¿cuál es la que recuerdas con más cariño?

Haberme hecho una escapada de un país a otro de manera improvisada para conocer en persona y presenciar parte del montaje de un trabajo de Bob Wilson. Fue un muy hermoso amigo italiano, Aliberto Sagretti que, por querer yo visitarlo a él en Roma, me encontré recalculando el destino y terminé en Polonia en tan elevada situación.

 

Actualmente parte de tu trabajo es la docencia, ¿cuál es para ti el papel de la formación?

Es fundamental la formación, y hay muchas formas de ella. Hoy día lo académico se nutre del oficio y viceversa, podríamos decir que TODO es formación, aprender es una actividad que rejuvenece, y compartir el conocimiento más.

 

Por último, ¿podrías dar un consejo a los artistas que les gustaría seguir tu trayectoria?

Sí, que salgan a mirar, a observar la luz natural, es nuestra masamadre.